Los de Ancelotti endosan una ‘manita’ (5-1) al RB Salzburg con tantos de ‘Vini’, Rodrygo y Mbappé y mantienen sus opciones de ‘top 8’
MADRID, 22 (EUROPA PRESS).- El Real Madrid venció este miércoles por un contundente 5-1 al Salzburg austriaco en la séptima y penúltima jornada de la fase de liga de la Champions 2024-2025, un triunfo comandado por sendos dobletes de los brasileños Rodrygo Goes y Vinícius Júnior, además de otro gol del francés Kylian Mbappé, en una goleada para asegurar su presencia en los ‘playoffs’ del torneo.
En el tercer partido consecutivo en casa para el conjunto merengue, los de Carlo Ancelotti respondieron, otra vez, con goles, y completaron una ‘manita’ para sellar, aunque con opciones de evitar la ronda extra, su billete a los ‘playoffs’ de la competición en la que defiende título, con 12 puntos en siete partidos, cuatro por encima del corte. Rodrygo desatascó a un Real Madrid que comenzó mal, sin tensión, pero un doblete del paulista le mandó a vestuarios con 2-0 a favor.
Los austriacos, que se plantaron con un plan muy valiente, se cayeron en la segunda mitad, cuando recibieron otros tres goles en contra, obra de Vinícius, por partida doble en un encuentro de menos a más, y Mbappé tras un error del portero rival. El Salzburg tuvo su premio final con el tanto del honor, que impide a los blancos lograr su primera portería a cero de la temporada en Champions.
Al contrario de lo esperado, el balón en el inicio fue de los austriacos, sin complejos y embotellando a un Real Madrid sin la tensión que pide un partido en el que te juegas el billete a la siguiente ronda. De hecho, en una contra, la pájara pudo ser peor, cuando el disparo de Oscar Gloukh se marchó lamiendo el poste izquierdo de Thibaut Courtois. El ritmo era espeso y lento, sin colmillo en los blancos, y con el Salzburg cómodo.
Incluso, había desesperación en la grada, que castigaba con pitos las combinaciones largas del Salzburg. Pero, pasado el 20′, llegó la tranquilidad madridista en un contragolpe. Recibió ‘Vini’ en la izquierda y cruzó el balón buscando el desmarque de Jude Bellingham, pero su control no fue bueno y Rodrygo, ya muy cerca de la portería, batió raso a Blaswich. Los blancos arreglaban su arranque tibio con el 1-0.
El gol no aumentó el ritmo de juego, pero salió de chistera la calidad de Bellingham y Rodrygo para poner el 2-0 en una jugada magistral. En un pared en la esquina del área por la izquierda, el inglés asistió al brasileño con un tacón delicioso y el ’11’, al primer toque’ envió el balón palo largo, imposible para el meta del conjunto austriaco. Un doblete del paulista encauzaba el triunfo del campeón de Europa.
Por si pudieran surgir dudas que dieran alas al Salzburg, Mbappé se encargó de acabar con ellas. El francés, con un tono diferente al del inicio de curso, creyó y tuvo fe para presionar al portero rival, que se lió con el balón y le sirvió el 3-0 a los blancos en bandeja. 45 minutos por delante y el duelo estaba sentenciado.
El Real Madrid con el viento a favor estaba mucho más suelto y quería engrosar la renta. De los tres de arriba solo falta un Vinícius algo desconectado, pero al que le bastó recibir un buen balón en la izquierda para completar una bonita jugada individual, recortando en el área a Dedic y mandando el balón a la red para convertir el 4-0.
El amplio marcador permitió a Carlo Ancelotti mover el banquillo con todavía media hora por delante y dar descanso a piezas fundamentales en este Real Madrid: Dani Ceballos, en otro partido muy completo, Jude Bellingham, Rodrygo Goes y Mbappé. El preparador italiano le dio minutos a Arda Güler, de nuevo, a David Alaba, que sigue buscando ritmo competitivo, y a Brahim Díaz y Endrick.
Los cambios no alteraron la mejoría de los madridistas sobre el césped en la segunda mitad, provocada también por el bajón de los visitantes, y Vinícius, el único de los titulares en ataque que seguía en el campo, hizo más sangre. Al espacio demostró que es imparable, y la defensa austriaca dio buena cuenta, cuando recibió un buen envío de Valverde en un contragolpe para que el brasileño regateara en el área y definiera preciso ante un Blaswich ya vencido.
La plácida noche madridista no la enturbió el 5-1 para los austriacos en la recta final, el gol de la honra para los visitantes, que evitan que los de Ancelotti no recojan el balón de la portería por primera vez este curso en la Liga de Campeones, prueba de su poca solidez, tampoco con un marcador con el que no debería sufrir sustos.