ROMA, 17 Sep. (EUROPA PRESS).- El cardenal polaco Konrad Krajewski, que ocupa desde el 3 de agosto de 2013 el cargo de limosnero pontificio, ha salido ileso de un tiroteo en la ciudad ucraniana de Zaporiyia, hasta donde viajó la semana pasado por encargo del Papa para llevar consuelo y ayuda humanitaria a la población.
«Por primera vez en mi vida, no sabía hacia dónde correr… porque no basta con correr, hay que saber hacia dónde», ha relatado tras el altercado Krajewski en declaraciones a Vatican News.
El cardenal polaco, encargado de cumplir las obras de caridad en nombre del Papa, está viajando por el país en un minibús acompañado por otros dos obispos, uno católico y otro protestante, y también por un soldado.
Según el relato de Vatican News, habían hecho una segunda parada para repartir víveres en la ciudad de Zaporiyia, donde está la central nuclear más grande de Europa, situada en el sur de Ucrania, cuando fueron tiroteados.
«En la segunda de las paradas previstas ocurrió que el grupo fue recibido a tiros y el cardenal, junto con los demás, tuvo que correr para ponerse a salvo», según ha descrito la noticia publicada por Vatican News.
En las fotos publicadas se ve al cardenal polaco con un chaleco antibalas y las bolsas con víveres que ha repartido entre la población ucraniana. Se trata de su cuarto viaje al país.
En su último viaje a Ucrania, Krajewski llevó una ambulancia medicalizada que dejó en el país para atender a los heridos como ya hiciera hace poco más de diez días. A mediados de marzo, el cardenal polaco llegó a la ciudad ucraniana de Lviv (Leópolis), en el oeste del país, para poner en marcha una operación humanitaria en la zona.
El Papa ha mostrado en diversas ocasiones su intención de viajar a Ucrania. Sin embargo, en una entrevista aseguró que el médico le había desaconsejado viajar a Kiev o a Moscú, al menos hasta que realizase el viaje a Kazajistán.