MADRID 24 Abr. (EUROPA PRESS). – Con la llegada de la primavera, el buen tiempo trae consigo cielos despejados, temperaturas más suaves y la aparición repentina de insectos, entre ellos los mosquitos, que comienzan a colarse por ventanas abiertas y a dejar su huella con incómodas picaduras. Para quienes sufren alergias, este regreso no es solo molesto, sino potencialmente preocupante.
Pero ¿por qué reaparecen precisamente ahora? ¿De dónde salen los mosquitos después de haber «desaparecido» durante todo el invierno? La respuesta está en la biología y la ecología de estos insectos, como explican desde el proyecto científico Mosquito Alert, una plataforma de ciencia ciudadana coordinada por expertos en ecología y gestión ambiental.
¿DÓNDE ESTABAN LOS MOSQUITOS DURANTE EL INVIERNO?
A pesar de que durante los meses fríos parecen desaparecer por completo, los mosquitos no se han ido: han permanecido latentes en forma de huevo, larva o incluso adultos escondidos. Este fenómeno se conoce como diapausa, un estado biológico que les permite «hibernar» hasta que las condiciones ambientales sean favorables.
Según Alex Richter-Boix, biólogo del equipo coordinador de Mosquito Alert, la mayoría de especies utilizan señales como la duración del día (fotoperiodo) y la temperatura para detectar el cambio de estación. Estas señales activan procesos hormonales que desencadenan la salida de la diapausa y el reinicio de su actividad biológica.
Por ejemplo, el mosquito tigre (Aedes albopictus) sobrevive al invierno en forma de huevo, mientras que el mosquito común (Culex pipiens) lo hace como adulto refugiado en espacios húmedos y oscuros. Con la llegada de la primavera, ambos retoman su actividad, lo que explica su proliferación en esta época.
¿QUÉ OTROS INSECTOS REAPARECEN EN PRIMAVERA?
Además de los mosquitos, muchos otros insectos aprovechan la primavera para completar su ciclo vital. Aunque técnicamente no «nacen» en esta estación, es durante estos meses cuando su actividad se vuelve más visible:
Mariposas: emergen como adultos tras el invierno en fase larvaria o de pupa.
Hormigas aladas: realizan su vuelo nupcial en primavera, momento clave para la reproducción.
Abejas y abejorros: buscan flores en plena floración para recolectar néctar.
Mariquitas: despiertan de su letargo invernal en busca de alimento y pareja.
Termitas aladas: se reproducen en masa para fundar nuevas colonias.
También proliferan moscas, cucarachas, pulgas, garrapatas y ácaros rojos, todos ellos favorecidos por el aumento de las temperaturas y la humedad. En el caso de arácnidos como las arañas, se incrementa su actividad al haber más alimento disponible.
CÓMO PREVENIR SU PROLIFERACIÓN EN CASA
Para prevenir la aparición y proliferación de estas plagas primaverales en el hogar, es fundamental adoptar medidas básicas de higiene y mantenimiento. Ventilar las estancias a diario, sellar grietas y rendijas, y mantener las despensas y suelos libres de restos orgánicos ayuda a reducir el interés de insectos como las cucarachas o las hormigas.
También es importante evitar dejar luces exteriores encendidas durante la noche, ya que atraen a insectos como mariposas o termitas aladas, y mantener jardines y terrazas bien cuidados, retirando flores secas y vegetación acumulada que pueda servir de refugio o nido.
Otra recomendación clave es controlar la humedad, especialmente en zonas como sótanos, baños o cocinas, donde tienden a prosperar ácaros, arañas o garrapatas. El uso de deshumidificadores, tapones en desagües poco utilizados y una correcta ventilación son aliados útiles.
En el caso de los mosquitos, una recomendación fundamental es evitar acumulaciones de agua estancada, que son caldo de cultivo para los mosquitos. También es útil mantener cerradas las ventanas al atardecer, usar mosquiteras y aplicar repelentes si se detecta presencia de insectos.
Para casos más complicados o repetitivos, puede ser recomendable consultar con un profesional especializado en control de plagas, que podrá valorar si existe un foco oculto y aplicar tratamientos específicos.