MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS).- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha prometido el comienzo de una nueva era tras la consulta y el referéndum que acaban de comenzar este domingo en el país latinoamericano, cuyo mandatario busca adoptar una serie de reformas en algunos de sus principales ejes de Gobierno, entre ellos la lucha contra la inseguridad, y expone su figura a una suerte de plebiscito tras la grave crisis diplomática abierta con México.
«Hoy es nuestro momento de hacer historia, hoy tenemos la oportunidad de marcar un antes y un después. Hoy es el día en el que sepultaremos a un viejo país de violencia, angustia y pobreza. Y en el que miraremos de frente a un nuevo Ecuador», ha manifestado el mandatario.
En total, serán once preguntas, cinco de las cuales adoptarán la forma de referéndum, una figura reservada para reformas que afectan directamente a la Constitución.
Todo estará vertebrado en torno a grandes ejes, entre ellos uno relativo a seguridad y que plantea dotar de mayor poder a las Fuerzas Armadas, una institución a la que Noboa ha recurrido en estas últimas semanas tras declarar oficialmente que Ecuador vive un conflicto armado interno como resultado de la actividad de las bandas criminales.
«Hemos asistido a muchos días electorales y a algunas consultas, pero pocas o ninguna han tenido el significado que tiene la que hoy en día se presenta al pueblo ecuatoriano», ha añadido el presidente en la ceremonia de inauguración.
El presidente lleva siendo desde hace semanas objeto de críticas internacionales tras la incursión de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, bajo orden de busca y captura por un caso de corrupción. Glas estaba en situación de asilado político y tanto México como el resto de la comunidad internacional interpretaron el incidente como una violación flagrante de las normas diplomáticas.
Las relaciones entre ambos países están completamente suspendidas desde el incidente, ocurrido la noche del viernes 5 de abril.