MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS/NÓMADA NEWS).- Las netiquetas son una serie de normas sociales digitales que buscan regular el comportamiento de las personas en Internet para crear, entre todos, entornos seguros y respetuosos.
Con motivo del Día contra el Acoso Escolar, que se celebra el 2 de mayo, la marca de electrónica SPC ha explicado que estos buenos hábitos de conducta «pueden contribuir a combatir el acoso digital, sobre todo si se enseñan a los usuarios más jóvenes, quienes, muchas veces, no saben distinguir comportamientos en el entorno digital que, a priori, consideran normales, pero que pueden ser perjudiciales para otras personas».
«En el mundo físico, sabemos qué cosas están bien y cuáles están mal, no se nos ocurriría hacer determinados comentarios y respetamos la privacidad de otras personas, pero en el mundo virtual esta barrera se difumina y los límites no están tan claros. Parece que todo vale. Y no todo vale. Por este motivo, son necesarios nuevos códigos que ayuden a respetar a todos los usuarios en cualquier situación», precisa.
Según un estudio de la ONG internacional Bullying Sin Fronteras, el acoso en Internet afecta a siete de cada diez niños sufren todos los días algún tipo de ciberacoso en España. Este tipo de situaciones también se dan en niños de corta edad, entre los ocho y los nueve años, muchas veces procedentes de compañeros y amigos del colegio. En otros casos, el acoso viene por parte de desconocidos, que aprovechan el anonimato de Internet y la vulnerabilidad de los más pequeños para atacarles.
Dado que Internet tiene sus propios códigos, las netiquetas ayudan a que el comportamiento de las personas en entornos digitales sea similar al del mundo real. Por ejemplo, se recomienda no utilizar mayúsculas al comunicarse por escrito, dado que se identifican con gritos, y se sugiere no utilizar el sarcasmo, dado que algunas palabras o frases podrían malinterpretarse, al no poder escuchar a nuestro interlocutor.
Otras netiquetas invitan a proteger la privacidad de terceros, no difundiendo mensajes o documentos que se hayan enviado como parte de una conversación, así como no compartir información personal a través de las redes sociales, ya que, según avisa SPC, los acosadores utilizan la información privada «para fines malintencionados», tales como la suplantación de identidades en la red, el chantaje y extorsión mediante amenazas con publicar datos sensibles, o el acoso directo.
También hay netiquetas que apuestan por respetar el tiempo de los demás, no acribillándolos a mensajes a todas horas ni exigiendo que respondan al instante, y otras recomiendan utilizar fuentes verificadas a la hora de informarse y de compartir esa información con otras personas.
Desde SPC recuerdan que, para combatir el acoso escolar y digital, no hay que «cargar toda la responsabilidad en los niños y jóvenes, sino que los adultos tienen que trabajar junto a ellos para educarles en buenos valores de conducta».
«Si como adultos demonizamos la tecnología porque puede ser utilizada de forma negativa, estaremos enseñando a los niños que la tecnología es mala en sí misma y que ellos van a usarlas de forma incorrecta. Un error que hemos cometido durante años y que, al tratar de generaciones que son nativas digitales, han nacido con la tecnología smart presente en el día a día», precisa la compañía.
El Día contra el Acoso Escolar busca poner el foco en las nuevas formas de bullying que sufren muchos niños, muchos de las cuales tienen los entornos digitales como epicentro. El objetivo es que los padres y la comunidad educativa conozcan las herramientas que tienen a su alcance los jóvenes para que puedan usar la tecnología «sin perjudicarse ni perjudicar a terceros».