MADRID 24 Oct. (EUROPA PRESS).- El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull Racing) y el británico Lando Norris (McLaren) trasladan su duelo particular por el título al Autódromo Hermanos Rodríguez para el Gran Premio de México, vigésima cita del Mundial de Fórmula 1, después de la intensa batalla en Austin (Texas) que deja al vigente campeón acariciando su cuarta corona consecutiva, mientras Ferrari busca prolongar su estado de euforia tras su doblete en el COTA y Fernando Alonso celebra su carrera 400.
El ‘Gran Circo’ vive su segunda parada del triplete de carreras en América, después de un GP de Estados Unidos en el que Ferrari dio un golpe sobre la mesa con un doblete y Norris desperdició otra oportunidad de recortar, aunque poco, la distancia con Verstappen. Aunque no fue por no intentarlo, con un duelo lleno de intensidad y, como es habitual entre ambos, también polémica.
El neerlandés, que sigue sin recuperar su coche dominador, supo defender el tercer puesto, tras unos imperiales Charles Leclerc y Carlos Sainz, aguantando las embestidas en las últimas ocho vueltas del británico, que acabó rebasando a Verstappen (394 puntos), pero lo hizo fuera de la línea blanca, aunque fue el actual campeón el que echó al ‘papaya’ al frenar muy tarde. La FIA sancionó a Norris (297), que acabó cuarto y ya está a 57 puntos.
Verstappen, que enlaza ya nueve carreras sin ganar –desde junio en Montmeló–, tuvo cabeza fría y demostró su habilidad para defender y hacerse ancho exprimiendo un RB20 que llega muy justo a esta recta final, aunque se vieron síntomas de mejora. Sin embargo, el reloj cuenta a su favor, ya que solo restan cinco pruebas para la conclusión, y si Norris no afila el colmillo y afronta con decisión este tramo, no tendrá ninguna opción.
Si Verstappen, que ha ganado cinco veces en los últimos ocho GP, acaba por delante de nuevo de Norris en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el cuarto Mundial consecutivo del neerlandés estará más cerca, todavía con 146 puntos en juego.
Red Bull debe seguir dando pasos hacia delante y no dar facilidades a McLaren en su persecución, mientras Ferrari, con su doblete en Austin y 496 puntos –solo en Singapur no se han subido al podio desde el parón veraniego–, aspira al título de Constructores, momentáneamente de los ‘papaya’ (544) y con los energéticos, segundos (504).
También debe apretar el piloto local, Sergio Pérez, que sigue muy por debajo de las expectativas después de su séptimo puesto en Austin. El mexicano sueña con su primer triunfo en casa, después además de que su carrera terminara en la primera curva del trazado de 4,3 kilómetros y 17 virajes. En este trazado, Mercedes debe olvidar el fin de semana en Austin, con retirada de Lewis Hamilton y un George Russell que defendió el prestigio de las ‘balas plateadas’ remontando hasta el sexto lugar.
La situación de la pista, a más 2.000 metros sobre el nivel del mar, es muy peculiar, y los equipos deben prestar atención a la refrigeración, mientras que habrá mucha degradación y baja la potencia, por la disminución de presión. Este trazado fue sede de su primera carrera de Fórmula 1 en 1962, aunque en la última etapa se disputa desde 2015.
Este GP de México será muy especial para Fernando Alonso, alcanzando otro récord de longevidad. El asturiano, campeón del mundo en 2005 y 2006, a sus 41 años, se convertirá en el primer piloto en llegar a las 400 carreras en la historia de la F1, todavía con el triunfo número 33 en la lista de deseos. Pero será complicado verla este año. En Austin acabó 13º, lejos de la lucha por ser el quinto coche con Haas, Alpine, RB e incluso Williams.
