Dice que la situación no permite a los organismos humanitarios «apoyar a la población a un nivel cercano al necesario»
MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS).- Naciones Unidas ha alertado de que la situación en la Franja de Gaza «es más que catastrófica» y ha recalcado que la situación no permite «apoyar a la población a un nivel cercano al necesario», tras cerca de once meses de ofensiva militar por parte de Israel a raíz de los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha destacado en un comunicado que la ONU y otras organizaciones humanitarias «siguen haciendo todo lo posible» para entregar ayuda a la población » a pesar de los desafíos».
Así, ha resaltado que «ha habido algunos progresos en el sector sanitario» a raíz de la puesta en marcha de la campaña de vacunación contra la poliomielitis y la restauración de «algunos servicios sanitarios», así como la entrega de 450.000 comidas cocinadas en las últimas dos semanas de agosto.
«Sin embargo, pese a estos progresos, la situación humanitaria en Gaza sigue siendo más que catastrófica y carecemos de las condiciones necesarias para apoyar a la gente a un nivel cercano al que es necesario», ha explicado, antes de especificar que a principios de julio se entregaron hasta 700.000 comidas cocinadas.
El organismo ha dicho que esto es atribuible «en parte» a «las múltiples órdenes de evacuación emitidas por las fuerzas israelíes», que provocaron que «al menos 70 cocinas tuvieran que suspender la entrega de alimentos cocinados o reubicarse».
«De forma similar, los socios informan de que más de un millón de personas no recibieron ninguna ración de alimentos en agosto en el sur y el centro de Gaza», ha lamentado, al tiempo que ha advertido de que estas organizaciones «carecen de reservas de alimentos suficientes para satisfacer las necesidades por segundo mes consecutivo y sólo podrán proporcionar un paquete de alimentos a las familias del centro y el sur de Gaza durante el ciclo de distribución de septiembre».
De esta forma, ha remarcado que «las hostilidades activas, la inseguridad, las rutas dañadas, el deterioro del orden público y las limitaciones de acceso han provocado una escasez crítica de productos básicos para sostener las operaciones, lo que aumenta el riesgo de deterioro e infestación de los suministros de alimentos bloqueados debido a las altas temperaturas».
«Para hacer frente a la inseguridad alimentaria es fundamental abordar al mismo tiempo otros sectores, en particular de cara a la próxima temporada de invierno», ha argumentado, antes de adelantar que si sigue deteriorándose el estado de la carretera y la situación del sistema sanitario, existe un elevado riesgo de que la inseguridad alimentaria y la desnutrición «empeore más allá de los índices ya alarmantes que se observan en toda la Franja».
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los citados ataques del 7 de octubre, que se saldaron con unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados. La ofensiva deja hasta la fecha cerca de 40.900 palestinos muertos, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, una cifra a la que se suman más de 690 muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o colonos.