ORURO, 15 Nov (NÓMADA NEWS).- Alumnos de la promoción 2023 del colegio Bethania, presentaron el proyecto denominado, “Representatividad y diseño de marca para las artesanías en la organización de mujeres Uru, comunidad de Llapallapani del lago Poopó”, para obtener el título de Técnico Medio en Diseño Gráfico.
“Junto a mis compañeros, (Rodrigo Ayala Calani, Daniel Fernández Rodríguez y Julio Cossio Ballesteros) vimos la necesidad de apoyar a este sector de las mujeres Uru altamente vulnerable. Hemos aplicado diversos conocimientos, métodos y herramientas de diseño gráfico para crear una identidad visual que represente los valores y la esencia de la organización de las mujeres artesanas Uru. Fue mediante la utilización de la técnica del briefing, para orientar las decisiones de diseño, logrando así que la marca refleje la visión y expectativas de su organización”, explicó la estudiante, Valentina Montoya Mollo.
Dijo que el trabajo consistió en diseñar una marca aplicando conocimientos, métodos y herramientas del diseño gráfico para proporcionar una identidad corporativa a las artesanías fabricadas en base a la planta “Chillawa”, producida por las mujeres de la comunidad de Llapallapani del Pueblo Milenario Uru.
Agradeció a CEPA por facilitarles información y a las mujeres artesanas porque les abrieron las puertas de su organización.
La directora del colegio Bethania, Regina Colque, entregó a la representante de las mujeres artesana Urus, de la comunidad de Llapallapani, Mauricia Choque, el diseño de una Marca denominado “URUS ARTESANÍAS” con el slogan “Lo milenario perdura”, asimismo, mil etiquetas y mil tarjetas personales impresas, la marca no solo servirá para promocionar las artesanías, sino también para mantener viva esta cultura milenaria.
Mauricia Choque, en representación de la Organización Mujeres Artesanas Urus de Llapallapani agradeció el trabajo y el material impreso.
Después del desastre ambiental del lago Poopó ocurrido en 2014, donde murieron más de 30 millones de peces y miles de aves silvestres, y en 2015, cuando se secó completamente, ha sido difícil para el pueblo Uru mantener su forma de vida que estaba vinculada al lago-
En esa línea, los ingresos económicos disminuyeron, muchas familias migraron especialmente los varones; mientras las mujeres se quedaron en sus comunidades para atender a sus hijos y dedicarse a las artesanías, porque no cuentan con tierras para el cultivo.
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