Los tempraneros goles de Dzeko y Mkhitaryan apabullan al Milan en la ida
MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS).- El Inter de Milán derrotó este miércoles por 0-2 al AC Milan en la ida de semifinales de la Liga de Campeones, con dos tempraneros goles de Edin Dzeko y de Henrikh Mkhitaryan que apabullaron a su rival, incapaz de responder con peligro y abocado a una hazaña en la vuelta para evitar que sus vecinos pisen la gran final.
En el Estadio Giuseppe Meazza, el equipo ‘rossonero’ ejercía como local para un envite casi resuelto al cuarto de hora. La salida fulgurante del Inter dejó boquiabierto a su adversario y también a sus aficionados, que habían engalanado cada grada para un ‘Derby della Madonnina’ especial por tratarse de escenario europeo.
En el minuto 8, a la salida de un córner, Dzeko abrió la cuenta ganándole un forcejeo a Davide Calabria en el corazón del área. Sin dejarla botar, el ariete bosnio enganchó con su bota zurda una volea a media altura que se coló en la portería de un impertérrito Mike Maignan.
El guardameta francés del Milan tampoco pudo hacer mucho para evitar el 0-2, apenas tres minutos más tarde, cuando Mkhitaryan encontró un hueco entre los centrales y a la espalda de Sandro Tonali. Todo había surgido por un efectivo movimiento de arrastre ejecutado por Lautaro Martínez en su desmarque, acaparando la atención de los defensores.
Mkhitaryan lo aprovechó de escándalo para recibir un pase de Federico Dimarco desde la banda izquierda y plantarse delante de Maignan, batiéndolo con un derechazo mientras hacía el gesto de disparo hacia el lado opuesto. Con esa pequeña virguería, el Inter había dejado muy tocado a su oponente.
Incluso pudo ser mayor la renta favorable a los visitantes justo a continuación, si Hakan Çalhanoglu no hubiera estrellado un fuerte tiro en el palo. En esa misma jugada, merced a una bonita asistencia de Nicolò Barella, el propio Mkhitaryan puso en apuros a Maignan, que repelió su disparo raso con un movimiento raro y del que se resintió.
PIOLI NO ENCUENTRA SOLUCIONES
Se le acumulaban los problemas a Stefano Pioli, que ya había tenido que sustituir por lesión a Ismael Bennacer. No obstante, el portero se recuperó para seguir atajando ocasiones de un Inter que soñó con el 0-3 en un penalti provocado a la media hora por Lautaro, a raíz de un regate sobre a la salida de un saque de banda Simon Kjaer.
En una acción sin aparente peligro, el delantero argentino se giró raudo y despistó al defensa danés, que lo persiguió hasta el área hasta protagonizar un forcejeo que el árbitro español Jesús Gil Manzano decretó como pena máxima. Sin embargo, la consulta con el VAR anuló tal castigo, pero no así el susto del equipo local.
Para colmo, los cambios de Pioli no surtieron efecto, ni en el tramo final de la primera mitad ni tampoco al arranque del segundo capítulo. La ausencia del delantero portugués Rafael Leão, sin recuperarse a tiempo de su lesión, era demasiado hueco por cubrir en una línea ofensiva donde Olivier Giroud en solitario no daba abasto.
Ela primera gran oportunidad de peligro en el bando milanista llegó en el minuto 63, gracias a un disparo de Tonali que golpeó en el poste. Su derechazo desde la frontal había sido un oasis en el desierto de un cuadro local sin ideas, sin planes, sin forma de hincar el diente a sus vecinos de ciudad.
Las tornas tendrán que cambiar mucho para la vuelta del próximo 16 de mayo (21.00 horas) si el conjunto ‘rossonero’ pretende remontar una semifinal con claro color ‘nerazzurro’. El premio, en caso de hacerlo, sería disputar una final de Champions League varios años después, poniendo fin a la sequía de uno de los gigantes del ‘Viejo Continente’.