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El Barça de Flick engulle por fin al Bayern

El capitán Raphinha celebra con un ‘hat-trick’ su centenario ‘culer’

Los blaugranas liquidan la mala racha ante los bávaros justo antes del Clásico

BARCELONA, 23 Oct. (EUROPA PRESS).- El FC Barcelona ha ganado este miércoles al Bayern de Múnich (4-1) en el Estadi Olímpic Lluís Companys, en la tercera jornada de la Fase Liga de la Liga de Campeones, para poner fin a la mala racha contra el ‘coco’ bávaro y llegar de la mejor manera al Clásico del sábado, con un ‘hat-trick’ de Raphinha y una versión ‘killer’ del Barça al contraataque no conocida o explotada todavía con Hansi Flick en el banquillo, que con esta victoria repara el daño del 2-8 que con ‘su’ Bayern le endosó al Barça en plena pandemia.

La gran victoria del Barça, la segunda en tres jornadas en esta Fase Liga, pone fin a seis derrotas consecutivas contra el Bayern, al que los blaugranas no superaban al Bayern desde 2015, en semifinales y camino de la ‘Champions’ de Berlín. Desde entonces, seis duelos y seis triunfos alemanes con un balance de 4-22 y, en los últimos cuatro, tras el doloroso 2-8, el balance era de 0-11.

El partido empezó de la mejor manera para el Barça, para un equipo que buscaba en este partido terminar con esa malísima racha. Con jugadores nuevos, pero algunos que saben bien lo que es sufrir a los bávaros, con un Robert Lewandowski y un Hansi Flick que estaban en el Bayern que le endosó al Barça el 2-8 y vestidos ahora de héroes ‘culers’.

El Barça fue a por todas de inicio y en el primer minuto, en una jugada rápida desde la portería y un preciso pase de Fermín para Raphinha terminó en carrera del brasileño, capitán esta noche, y regate para superar a Manuel Neuer y abrir el marcador. Pero el Bayern tenía el balón y el control del partido y hacía sufrir al Barça.

Harry Kane se quedó solo ante Iñaki Peña, que decidió salir a por todas a tapar huecos y pudo desviar el balón. Poco más de un minuto después, una nueva jugada colectiva del Bayern terminó en gol del delantero centro inglés, rematando de cabeza, picado, un preciso centro. ¿Lo bueno para el Barça? Que podría ser un serio aviso, el mejor aviso, y quedó en susto porque fue bien anulado desde el VAR por un claro fuera de juego de Kane.

Pero de nada sirvió. De nada. Porque el Bayern seguía tocando, moviendo el balón y mostrándose superior. El Barça tan solo intentaba buscar a Lewandowski desde la portería, con el resto de jugadores estáticos. Pese a tener a Pedri, Fermín, Lamine Yamal o Raphinha en el césped, no existían a ojos de crear jugadas. Bien tapados en una presión individual del Bayern, eran incapaces de encadenar pases.

Y así, en el minuto 18, Harry Kane sí marcó. En una jugada que se repetía como si del ‘día de la marmota’ se tratara, un centro lateral de Serge Gnabry desde la izquierda lo remató acrobáticamente Kane para esta vez sí poder celebrar el empate. Debía cambiar, mucho y rápido, el Barça para evitar una nueva sangría ante su peor ‘coco’.

A veces, los golpes son el motor del cambio. Y ese gol de Kane, esa sensación de estar viviendo fantasmas del pasado, provocó que por fin el Barça cambiara su apuesta de juego, siguiendo las incesantes órdenes y gritos de Flick desde la banda. No recuperó el balón el equipo catalán, pero sí activó algo mejor su presión, halló alguna jugada hilvanada y, en el 26′, Robert Lewandowski casi marca a su exequipo, pero su disparó desde la frontal del área se fue fuera por muy poco.

En una jugada rara, que parecía inofensiva, el balón llegó al interior del área del Barça y fue la zaga, entre Balde e Iñigo Martínez, que finalmente sacaron un balón que Olise hubiera podido rematar a gol. Y de ahí se pasó a la siguiente jugada, esta vez para el Barça, que terminó en el 2-1.

No jugaba bien el Barça, no al buen nivel que ya se ha mostrado en los albores de la era Flick, pero estaban ‘killers y quedó plasmado en una jugada en la que Fermín, que ha vuelto de la lesión en un gran estado de forma, tiró de pillería para provocar un fallo del central Kim y asistir, metiendo la punta de la bota, a un Robert Lewandowski que la empujó a gol. Llegó a tocar Upamecano, pero no lo suficiente. Gol no celebrado por el polaco, aunque a invel interno estaría tirando cohetes.

Y la estela de esa celebración interior sirvió para contagiar al equipo, que olía a sangre y, esta vez, no la propia. En el 45′, con el partido loco y roto entre idas y venidas de ambos, bonito para el espectador ‘culer’, del Bayern y neutral, el Barça encontró otra contra letal para Raphinha.

El ‘capi’ se fue de Guerreiro y cuando llegaba Upamecano a la ayuda tiró, pasando el balón entre los dos defensas de los de Vincent Kompany, para superar a Manuel Neuer y llevar el duelo al descanso con un 3-1 que, seguramente, tampoco hacía justicia a lo visto pero intuía un cambio real de rumbo en el Barça. Y Flick, en la banda, no celebraba vistosamente ningún gol por respeto a ‘su’ Bayern pero alentaba a los suyos a seguir mordiendo así.

‘HAT-TRICK’ DEL CENTENARIO Y CAPITÁN RAPHINHA

Tras el descanso, sin cambios en ningún equipo, el partido no cambió. Se podría esperar una reacción de campeón del Bayern pero fue una nueva contra del Barça la que siguió abriendo la herida. El ‘Més que un club’ se imponía al ‘Mia san Mia’ y Raphinha, en su partido número 100 con el Barça y portando el brazalete de capitán, completó su fiesta particular con un ‘hat-trick’ y un auténtico golazo.

Pedri durmió el balón lo justo para ver abierto en la contraria banda derecha a Lamine Yamal. El balón le llegó al extremo canterano casi al pie y este, con una visión de juego espectacular, se la puso en carrera a Raphinha para que este, siendo un rayo como estaba siendo, lo confirmara con una nueva carrera letal y un tiro raso cruzado entre Kim, de nuevo retratado, y Upamecano para volver a superar a Neuer. Raphinha se llevó la gran ovación de gala del feudo ‘culer’ al ser sustituido por Dani Olmo, que también pudo recibir el cariño al volver de lesión.

Montjuïc era una fiesta múltiple. El Barça golpeaba y golpeaba como pocas veces se ha visto en los últimos años. Quizá este Barça más físico y más potente sea capaz de esto, de mutar en pleno partido y de usar un estilo impropio ante rivales de entidad para llegar al triunfo. No hubo posesión infinita, no hubo pases ni juego de posesión y posición. Pero hubo goles. Y destellos de magia.

Pero, sobre todo, sí se vio la confirmación de que Hansi Flick puede haber dado con varias teclas en un teclado que hace tocar a su antojo. Ante ‘su’ Bayern, pidió perdón a una afición del Barça que le ha acogido de la mejor forma y a la que hizo llorar con aquel 2-8 que fue enterrado esta noche bien cerca del cementerio de Montjuïc. Ahora, a pensar en un Clásico que será otra dura piedra de toque para saber si esta goleada es o no un espejismo.

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