El Barça domina pero se deja remontar por un Real Madrid más entero
BARCELONA, 28 Oct. (EUROPA PRESS).- El Real Madrid ha ganado al FC Barcelona en el Clásico (1-2) de este sábado en el Estadi Olímpic Lluís Companys, en la jornada 11 de LaLiga EA Sports, con una remontada firmada por su gran estrella Jude Bellingham en dos de las pocas ocasiones claras que tuvo el equipo de Ancelotti, que vuelve a ser líder gracias a saber sufrir y a remontar con un pegada habitual.
Tuvo el Barça el Clásico en sus manos, con una primera parte de una superioridad plasmante en la que el lamento fue ver una única vez puerta. Marcó el Barça y tuvo dos clarísimas ocasiones que se fueron al palo. Ahí, en la falta de acierto, dejó escapar el equipo de Xavi este Clásico ante un Real Madrid al que su diamante Bellingham, tocado por una varita dorada, rescató con dos zarpazos.
Remontó el Real Madrid en un Clásico de dos partes bien distintas. Y si el Barça fue mejor durante más minutos, el Madrid fue más efectivo. Primero, con un golazo de bandera de Jude Bellingham desde fuera del área, con una potencia imparable y precisión de cirujano. Y, después, con esa ‘flor’ que tiene en este momento el británico, marcando a placer tras un toque impreciso de Modric que, sin quererlo, asistió a su compañero ya en el descuento para que empezara, sin margen de reacción, la fiesta blanca.
El año pasado el ya no blaugrana Franck Kessié le dio el Clásico al Barça (2-1). Esta vez, el guión fue parecido pero con el protagonista vestido de antagonista y viceversa. Y Bellingham, que se ha ganado el cielo blanco con esta actuación, rescató a su equipo, lo salvó de la quema y permitió a sus compañeros irse al vestuario sabiéndose líderes, empatados todavía con un Girona FC que sigue imparable.
No hubo final feliz para el concierto que el Barça preparó en la visita de sus falsas majestades de los Rolling Stontes. Y eso que el Barça fue superior, pero mucho, en una primera parte en la que tuvo el balón, con contención y temple para jugar siempre un pase corto de más y no arriesgar salvo en posibles claras ocasiones, que las tuvo.
El Real Madrid, encerrado, no tuvo ocasión esta vez de salir a la contra con Vinícius o Rodrygo y a Jude Bellingham, muy bien marcado por Gavi pese a la diferencia física, le costaba tocar balón en zona de peligro. Pero el paso del tiempo, y haciéndose notablemente visible el hundimiento físico de un Barça mermado por las lesiones, hizo que el Madrid tuviera más balón, encerrara al Barça y le acribillara con pocas pero contundentes y acertadas ocasiones.
Antes de la debacle, más allá del gol de Gündogan, el joven canterano Fermín López –brillante en el juego de posición en su primer Clásico– envió un balón al poste, João Félix y Alejandro Balde explotaron la banda izquierda y obligaron a Dani Carvajal a doblar esfuerzos. El Real Madrid apenas tuvo un disparo del propio Carvajal al lateral de la red y un tiro lejano del central Antonio Rüdiger. Todo parecía controlado y encarrilado para el Barça.
La batalla táctica inicial la ganó Xavi Hernández, que supo manejar bien la sorpresa que deparó el sistema de Carlo Ancelotti. El Barça salió con su habitual 4-3-3 pero en ataque Balde subía la banda izquierda a placer y se quedaba el equipo con 3 centrales. El Real Madrid, por contra, puso a Dani Carvajal como sombra de João Félix, en marcaje individual, y se convirtió en un tercer central con Valverde como lateral derecho.
Con estos dibujos, el Barça se impuso. Y lo hizo a través de la posesión, de buscar a João Cancelo desde su posición de extremo, de ver a Ilkay Gündogan convertido en el mejor de los Xavi jugador. A menudo dicen los técnicos que se debe estar bien en todos los aspectos para ganar y el Barça lo hizo, y dominó y se fue al descanso con ventaja.
Y, nada más empezar la segunda parte, tras un tiro alto de Rodrygo, el central blaugrana Iñigo Martínez envió un testarazo al palo tras un córner botado por Fermín López. Segunda madera para un Barça que dominaba, que estaba mejor asentado en el verde pero que veía en el marcador un ajustado y peligroso 1-0, incapaz de poner más tierra de por medio respecto al Real Madrid.
Era el gran ‘pero’ del Barça; no marcar más. El Real Madrid, que suele estar cómodo en estos escenarios, esperó y esperó y aprovechó su mayor físico para acabar imponiéndose. Eso sí, respiró con el cabezazo de Iñigo Martínez al palo a la salida de un córner en el 50′. Una ocasión que bien pudo ser el 2-0, pero el gol inicial de Ilkay Gündogan en el minuto 6, aprovechando dos errores defensivos de los blancos para superar a Kepa, se convirtió en el único tanto ‘culer’.
El Real Madrid estaba siendo más peligroso en la segunda parte, siempre desde lejos. Pero el FC Barcelona, que estaba bien posicionado, se confío y se fue algo atrás. Toni Kroos, Tchouaméni y finalmente Jude Bellingham probaron el tiro lejano y, el inglés, lo hizo a las mil maravillas para fusilar a Ter Stegen y empatar el Clásico en el minuto 69. Fue apenas el segundo tiro entre los tres palos, pero imparable.
Ahora, los blancos y el Girona tienen 4 puntos de margen sobre un Barça que podría pagar caro, a nivel mental, este Clásico. Verse superiores y mejores y acabar derrotados, en casa, en un duelo igualado únicamente al final en cuanto a poderío y ocasiones, debe ser duro. Pero el Barça notó el bajón físico que llevó a Fermín López a ser cambiado, o a ver a Robert Lewandowski con el alta médica recién recibida entrar pero sin poder aportar nada, igual que Raphinha. Este Clásico llegó demasiado pronto a los tocados y el Madrid lo aprovechó para ir a más y sentenciar.
UN CLÁSICO LIMPIO Y DE ROCK AND ROLL
No hubo apenas jugadas polémicas en un Clásico con juego limpio. De hechos, pocas discusiones tuvieron blaugranas y blancos con el colegiado Gil Manzano. Eso sí, a la media hora de juego se calentó un poco al coincidir una posible falta no pitada sobre João Félix con una sobreactuación de Vini Jr, que se encaró al cuarto árbitro y a un Xavi que le tocó la cara con ambas manos pidiéndole que se calmara.
Más allá de esta acción puntual, el Clásico fue un concierto de ‘rock and roll’ en el césped, con una acción creciente y dejando los hits para el final. Primera parte totalmente blaugrana, segunda parte más blanca que ‘culer’. Y todo ello bajo la atenta mirada de Roonie Wood, Matt Clifford y Mick Jagger, tres de los Rolling Stones que gozaron de un ‘concierto’ con su famosa lengua fuera y el nuevo álbum ‘Hackney Diamonds’ publicitados en Montjuïc.