MADRID, 15 Ago. (EUROPA PRESS).- La selección española femenina de fútbol hizo historia este martes al clasificarse para la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda después de imponerse por 2-1 a Suecia en una semifinal muy igualada y que se decidió a su favor en un trepidante tramo final, con un gol en el minuto 89 de Olga Carmona.
España sacó el billete para Sidney del próximo domingo, todo un hito para un equipo que sacó adelante un encuentro muy competido ante un rival muy experimentado y que le había golpeado con dureza cuando ya rozaba con los dedos la final. Pero, cuando parecía que se vería abocada a otra prórroga, encontró el resquicio para tumbar a un rival que opuso la resistencia prevista y colarse para la pelea por la gloria mundialista ante el ganador del Australia-Inglaterra.
Fueron una decena de minutos de máxima tensión, los que pasaron entre el gol de Salma Paralluelo, de nuevo decisiva, y el decisivo de Olga Carmona, justo después de que Rebecka Blomqvist hubiese repetido la historia de los cuartos de final. Esta vez no hizo falta media hora extra y el fútbol femenino español derribó una barrera que llevaba intentando tirar desde hace tiempo y apoyado en una generación maravillosa de jugadoras.
Para afrontar esta semifinal, Jorge Vilda le dio otra vuelta de tuerca al planteamiento de España y esta vez optó por meter a jugadoras más asociativas con la entrada de Alexia Putellas y la suplencia de Esther González, titular ante Suiza y Países Bajos, para jugar con Jenni Hermoso como referencia arriba.
Suecia, como estaba previsto, se plantó bien en el campo y centró su plan en tratar de incomodar en todo momento a las centrocampistas españolas, dejando por margen de maniobra sobre todo a la delantera madrileño, algo aislada arriba y sin poder plasmar su calidad como en los cuartos de final.
Pese a la presión sueca, España fue poco a poco haciéndose con el control del choque, con firmeza defensiva para evitar sustos y jugadas a balón parado de su rival. Sin embargo, le costó crear ocasiones de verdadero peligro, con una dejada de cabeza de Alba Redondo que no encontró una rematadora y un disparo desde fuera del área de Olga Carmona.
El combinado nacional se fue asentando cada vez más con el paso de los minutos y encontró por donde más daño podía hacer al equipo de Per Gerhardsson, incapaz de crear sensación de peligro, pero que finalmente fue el que gozó de la mejor ocasión de estos primeros 45 minutos, nacida de mala entrega de Olga Carmona y un centro al segundo palo donde Fridolina Rolfö le ganó la partida a Ona Batlle. Cata Coll demostró sus reflejos para desviar el remate de la blaugrana.
FINAL NO APTA PARA CARDÍACOS
Suecia aprovechó este susto para acabar agobiando más antes del descanso, tras el cual Vilda decidió no meter ninguna variación, sobre todo para mejorar el mordiente arriba. Pero fue su rival la que salió mejor y la que se hizo con el control del choque, más ajustada en su presión y siendo directa en su fútbol, con más protagonismo de Asllani.
El seleccionador trató de reaccionar rápido con la entrada de Salma Paralluelo por una Alexia Putellas que, privada del balón, sufría más en este segundo tiempo, y retrasar a Jenni Hermoso. El cambio surtió efecto y el choque se equilibró algo más, con España buscando ahora aprovechar más los espacios.
La ‘Roja’ mejoró con las modificaciones, equilibró el choque y volvió a llevar peligro hacia la portería de Musovic, sobre todo con una de Alba Redondo, que no acertó con su remate desde el suelo a escasos metros de la portería. Luego Mariona Caldentey no empaló bien con su disparo en el centro del área, pero el gol ya rondaba con más frecuencia y terminó por caer.
Salma Paralluelo, cuya entrada había avivado el ataque, demostró que también su pierna derecha es también de calidad y con ella ‘cazó’ un balón suelto para hacer el 1-0. Era el minuto 81 y España tenía que aguantar como en cuartos, pero no lo logró, con una Suecia que se lanzó a por todo y Blomqvist no perdonó en una segunda jugada para igualar en el 88.
El destino, sin embargo, tenía aún una carta reservada para la selección española. Olga Carmona recibió demasiada libre al borde del área tras un saque de esquina con la defensa sueca más pendiente de defender el centro al área. La andaluza, con suavidad y precisión, ejecutó un golpe que superó a Musovic para desatar la euforia y permitir que España pueda luchar por lo que tanto tiempo lleva peleando.