«Nadie puede negar que juntos nos va mejor», afirma el jefe de la SEGIB
SANTO DOMINGO, 25 Mar. (EUROPA PRESS).- El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha arrancado la sesión plenaria de la XXVIII Cumbre Iberoamericana con un alegato en favor de la unidad iberoamericana, en el que ha sugerido aparcar desencuentros entre los distintos gobiernos de la región para apostar en cambio por las «coincidencias».
Abinader ha advertido de que la región tiene a veces la tentación de enfatizar «posturas que no coinciden con las propias» cuando se celebran cumbres como la actual, pero ha instado en cambio por «aprovechar la oportunidad» para reforzar las «coincidencias», que «siempre serán más que los desacuerdos».
Este enfoque permitirá, a su juicio, fortalecer «las aspiraciones y reclamaciones comunes», entra las que ha aludido a diversos retos. El mandatario dominicano ha hecho un alegato en favor del multilateralismo y la cooperación iberoamericana, con vistas a lograr sociedades plenamente «justas» y «solidarias».
En materia de alimentación, Abinader ha advertido de que no cabe «ningún paso atrás», mientras que en cuestiones medioambientales ha llamado a asumir «responsabilidades» y adoptar, entre otras medidas, un «uso racional de los recursos naturales». «Con extrema urgencia», ha advertido, la región debe encarar también la «inaplazable» transformación tecnológica.
«No hay por qué avanzar de espaldas a lo próximo», ha agregado, confiado en que Iberoamérica no sólo será «clave» en el futuro de la humanidad sino que asumirá un «rol protagónico» en aspectos esenciales como la cuarta revolución industrial.
Por su parte, el secretario general iberoamericano (SEGIB), Andrés Allamand, cree que es momento de «afianzar» esta comunidad, a la que ha catalogado como «un espacio privilegiado para el diálogo» entre los 22 países que la conforman.
Por delante hay «desafíos» y «oportunidades», ha añadido Allamand, que durante su discurso ha abogado por avanzar en materia económica, política y social, con vistas a atajar cuestiones como las «agudas desigualdades» o mejorar la gobernabilidad.
Para Allamand, «en el mundo de hoy es muy valioso que 22 naciones (…) resuelvan aunar esfuerzos para el beneficio de sus pueblos y para que su voz se escuche con fuerza en el ámbito internacional». «Nadie puede negar que juntos nos va mejor», ha añadido.
