MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS).- Los servicios de Emergencias de Brasil han recuperado este sábado los cuerpos sin vida de las 62 personas que viajaban a bordo del avión de pasajeros que se estrelló la víspera en Vinhedo, en el estado de Sao Paulo, en un siniestro que –como ya avanzaron las autoridades locales– no ha dejado supervivientes.
Del total de víctimas, 34 son hombres y las 28 restantes son mujeres, ha informado el portal de noticias G1. No obstante, si bien los cuerpos han sido ya trasladados a la morgue de la Policía de Sao Paulo para su identificación, por el momento solo se ha constatado la identidad del piloto y del copiloto.
El viernes, la compañía de líneas aéreas Voepass había dicho que la aeronave accidentada transportaba a 57 pasajeros y cuatro tripulantes, pero este sábado la propia empresa ha comunicado la presencia de otro pasajero no localizado en el mismo vuelo, elevando así el número de víctimas mortales a 62.
Los trabajos de levantamiento de cadáveres han concluido en torno a las 18.30 horas (hora local) de este sábado y, según el mismo medio, todos han sido trasladados a la unidad central del Instituto Médico Legal (IML) de Sao Paulo para su identificación y posterior entrega a sus familiares.
Este viernes, un avión con 62 personas a bordo se estrelló en el estado brasileño de Sao Paulo, en un siniestro sin supervivientes y sobre el que no se ha planteado aún ninguna hipótesis.
El aeroplano volaba del aeropuerto de Cascavel, situado en el estado de Paraná, al de Guarulhos, en Sao Paulo, cuando se desplomó en torno a las 13.25 horas (hora local) en la localidad de Vinhedo, cerca de una zona de viviendas.
La empresa, Voepass Linhas Aéreas, aseguró entonces «no tener confirmación de cómo ocurrió el accidente», si bien aclaró que la aeronave –fabricada en el año 2010– tenía todos los permisos para operar, según el portal G1.
El de este viernes ha sido el accidente aéreo con más víctimas mortales registrado en Brasil desde que en 2007 un avión de TAM se saliese de la pista en el aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo. Entonces, murieron 199 personas.